Funeral de Estado para la Joya de la Corona

Lloren señores, lloren conmigo, pues toca despedir a la locomotora de nuestro amado club.

El tiempo no pasa en balde…ni siquiera para esta obra de ingeniería americana, capaz de consumir más de 16 litros a los cien, que tantos buenos momentos y recueros no ha dejado.

No os lo había contado para no preocuparos, pero la pokerneta viene atravesando una grave enfermedad que no cuenta con el optimismo de los mecánicos y de la que no voy a entrar en detalles para no revolver estómagos sensibles.

La ballena del porvenir, la pokerneta, la voyager, la cosa nostra, hoy se despide de nosotros, pero hasta el último instante cumplirá su cometido, llevar al bigbang y al poker de la mano.

Compañeros, es por esto que os pido, démosle la mejor despedida posible: partida de poker y posterior visita a su hábitat natural: La alameda.

Para ello, cada uno de los miembros del club será recogido en la puerta de su casa para asistir al funeral y tendrá la oportunidad de revivir por última vez (con los Beatles de fondo), las experiencias de antaño.

Un saludo, me despido sin más.

Un Miembro del BigBang.